Parménides

30.09.2024

Parménides de Elea (c. 515 a.C. – c. 450 a.C.) fue un filósofo presocrático griego cuya obra marcó un punto de inflexión en la historia del pensamiento occidental. Considerado el fundador de la escuela eleática, Parménides rompió con las nociones de cambio y multiplicidad propuestas por filósofos anteriores, como Heráclito y los milesios, para sostener que la realidad última es inmutable, eterna y única. Su famosa doctrina del Ser y la negación del cambio influirían profundamente en Platón, Aristóteles y la filosofía metafísica posterior. Parménides es a menudo visto como el precursor de la lógica y la ontología, y su obra puso en cuestión las bases de la percepción y la experiencia sensorial como vías para acceder a la verdad.

Vida y Contexto

Parménides nació en Elea, una colonia griega en el sur de Italia, hacia el año 515 a.C. Poco se sabe con certeza sobre su vida personal, pero se le atribuye haber sido un legislador y una figura política destacada en su ciudad. La escuela eleática, fundada por Parménides, fue conocida por su enfoque racionalista y por plantear preguntas fundamentales sobre la naturaleza del ser, el conocimiento y la realidad.

El contexto filosófico en el que Parménides desarrolló su pensamiento estuvo influenciado por los presocráticos, quienes intentaban comprender el cosmos a través de principios naturales y racionales. Mientras que pensadores como Heráclito concebían la realidad como dinámica y en constante transformación, Parménides desafió estas ideas, proponiendo que el cambio era una ilusión y que el ser verdadero es eterno y único. Esta visión contradecía no solo a Heráclito, con su famosa afirmación de que "todo fluye", sino también a la tradición jónica, que buscaba un principio material subyacente en el mundo.

Obras Principales

La única obra que se le atribuye a Parménides es un poema filosófico titulado comúnmente Sobre la naturaleza (Peri physeos; Περί φυσέως), del cual solo se conservan fragmentos. Este poema está dividido en dos partes: la vía de la verdad y la vía de la opinión.

  • La vía de la verdad: En esta parte del poema, Parménides presenta su doctrina del Ser. Sostiene que el ser es uno, eterno, inmutable e indivisible. Según Parménides, el ser es lo que es, mientras que el no-ser no puede existir ni pensarse, ya que no tiene realidad. Esta afirmación desafía las nociones comunes de cambio y pluralidad, argumentando que la multiplicidad y el devenir son meras apariencias engañosas producidas por los sentidos. Se establece entonces, que la verdad, llamada alétheia (αλέθεια) se basa en la razón y en la comprensión de que solo el ser es real.
  • La vía de la opinión: En contraste con la vía de la verdad, Parménides describe la "vía de la opinión" (doxa; δόξα), que corresponde a las creencias falsas o ilusorias que surgen de la experiencia sensorial. Para Parménides, los sentidos engañan al presentar un mundo cambiante y plural, lo que genera opiniones erróneas. Aunque el mundo de los sentidos es útil para la vida cotidiana, Parménides lo considera irrelevante para alcanzar el conocimiento verdadero, que solo puede alcanzarse a través de la razón.

Temas y Aportes

El ser según Parménides, representado mediante una esfera.
El ser según Parménides, representado mediante una esfera.
  • El ser: La idea del ser desafió profundamente la comprensión común de la realidad y fue el primer gran intento de sistematizar la ontología, es decir, el estudio del ser en cuanto tal. La concepción del ser de Parménides influiría en toda la tradición filosófica posterior, desde Platón hasta Heidegger. La negación del cambio y el movimiento por parte de Parménides estableció una línea de pensamiento que sería criticada y desarrollada por otros filósofos.
  • Escuela eleática: Gracias a la doctrina del ser, se dio origen a la escuela eleática, que incluyó a filósofos como Zenón de Elea y Meliso de Samos. Zenón, en particular, fue célebre por sus paradojas, diseñadas para defender la concepción de la unidad y la inmovilidad del ser propuesta por Parménides. Estas paradojas, como la de Aquiles y la tortuga, cuestionaban las nociones de espacio, tiempo y movimiento, y continúan siendo objeto de análisis en la filosofía contemporánea.
  • Desarrollo del racionalismo: Al proponer que la razón es la única vía para alcanzar el conocimiento verdadero, Parménides sentó las bases del racionalismo en la filosofía. Su desconfianza en los sentidos como medios para acceder a la verdad tuvo un eco profundo en filósofos posteriores como Descartes, quien también buscó fundamentar el conocimiento en la razón, más que en la percepción sensorial.

Conflicto con Heráclito

El conflicto filosófico entre Heráclito y Parménides es uno de los más significativos y perdurables en la historia del pensamiento occidental, ya que plantea cuestiones fundamentales sobre la naturaleza de la realidad, el cambio y la permanencia. Ambos filósofos representaron perspectivas diametralmente opuestas sobre el mundo, generando un debate que influenció profundamente la metafísica y la ontología posterior. El núcleo del conflicto entre ambos autores reside en su discrepancia sobre la naturaleza de la realidad y la posibilidad del cambio, debido a que Heráclito argumentaba que el cambio es el fundamento de la existencia, mientras que para Parménides este era considerado como una ilusión.

Heráclito afirmaba que el cambio es el aspecto fundamental del ser, mientras que Parménides lo negaba, sosteniendo que el ser verdadero es inmutable. Para Parménides, cualquier cambio implica una contradicción lógica, ya que implicaría que algo surge de la nada o se convierte en nada, lo cual es imposible. Además, aunque Heráclito reconocía el uso de la razón, no descartaba la percepción sensorial como una vía para comprender el cambio en la naturaleza. Parménides, en cambio, defendía que los sentidos son engañosos y solo la razón puede acceder a la verdad, dado que el mundo sensible nos ofrece una representación distorsionada de la realidad.

Además, el enfrentamiento filosófico entre Heráclito y Parménides tuvo una influencia decisiva en los pensadores posteriores, especialmente en Platón y Aristóteles, quienes intentaron resolver las contradicciones entre estas dos visiones cosmológicas.

  • Platón trató de conciliar las ideas de ambos filósofos mediante su teoría de las Ideas. Para Platón, el mundo sensible está sujeto a cambio, como afirmaba Heráclito, pero existe un mundo superior de Formas o Ideas eternas e inmutables, en línea con las enseñanzas de Parménides.
  • Aristóteles, por su parte, criticó las posturas extremas de Heráclito y Parménides y desarrolló una teoría que conciliaba el cambio con la permanencia. A través de su distinción entre acto y potencia, Aristóteles sostuvo que el cambio es el paso de la potencia (lo que algo puede ser) al acto (lo que algo es en realidad), permitiendo que el ser cambie sin dejar de ser.

Bibliografía

  • Kirk, G. S., Raven, J. E., & Schofield, M. Los filósofos presocráticos, 1993.
  • Martínez Gutiérrez, Bernal. Apuntes de filosofía [recurso electrónico], 2016.
  • Zubiria, M. EL POEMA DOCTRINAL DE PARMÉNIDES, 2016.
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